No, la única forma que tiene una serpiente de inyectar su veneno o de apoderarse de su presa es con su boca.
En muchas especies, y más aún en los juveniles, su cola se utiliza como señuelo. A menudo, la cola es de color más claro que el resto del cuerpo. La agitan suavemente para simular un gusano. La presa, atraída por el señuelo, se acercará a la serpiente sólo tendrá que saltar con la boca abierta para atacar. Uno de los ejemplos más bellos es, sin duda, la víbora iraní llamada Pseudocerastes urarachnoides, cuya punta de la cola imita perfectamente a una araña, con el fin de atraer a las aves que componen su dieta.