No, ¡en absoluto!
Esta consigna está reservada solo a los profesionales en el marco de:
- Una extracción de veneno para trabajos científicos o de investigación.
- Para un estudio en el que el animal debe ser inmovilizado para la toma de medidas.
- Para poner un chip o un transmisor.
- Para prestarle atención médica.
Esta es, sin duda, la manipulación más arriesgada ya que los colmillos móviles de la serpiente pueden alcanzar los dedos de la persona que la sujeta, si estos no están perfectamente colocados. Si hay que trasladar a un animal, es mejor llamar a un especialista y nunca intentar manipularlo con las manos.